Gran reapertura de un maestro de la hostelería en Coruña

 

Clydesa tuvo el pasado martes 14 de Julio el honor de estar invitada a la reapertura de nuestra Empresa Amiga Restaurantes Manolito, una empresa fundada en 1956 y que ha sido galardonada con varios premios a lo largo de toda una vida al servicio de sus clientes.

 

Premio Nacional al Mérito Hostelero Por la Federación Española de Restaurantes” y Medalla de Bronce Por la Xunta de Galicia entre otros, este restaurante es uno de los más prestigiosos referentes en nuestra ciudad

 

Desde su fundación hace casi 60 años, las diversas reformas que han ido haciendo en sus locales dejan entrever su deseo de actualizarse constantemente para dar un servicio cálido y moderno a la vez.

 

En el acto de reapertura pudimos ver a diversas personalidades de la ciudad y del mundo de los deportes, como a los exjugadores del RC Deportivo La Coruña “Donato” y “Nando”, quienes muy amablemente atendieron a los amigos de la empresa.

 

Les deseamos desde aquí que continúen con todos los éxitos del mundo y agradecemos muy especialmente a Lupe Souto que nos haya hecho partícipes de un evento tan especial.

No te rindas

Tienes que pensar de todas formas… ¿Por qué no pensar en grande?

 

 

Y no me rendiré, porque elijo prosperar.
Y seré yo quien gane…

 

 

Actitud ganadora: ¡¡imprescindible!!

Muchas cosas de las que hoy te afectan están fuera de tu control, pero afortunadamente existen otras muchas que sí puedes controlar. Tu actitud es cómo eliges responder ante las circunstancias y quién decides ser ante el cambio: es tu actitud la que puede aumentar o reducir tu estrés de manera radical.

 

Decisiones para tener una actitud positiva:

 

  • En vez de resistir… acepta: acepta lo que es un hecho. Hay circunstancias que, por más que te esfuerces, no puedes cambiar (al menos no tan rápido como te gustaría). Tu estrés aumenta cuando resistes lo que te sucede. Al resistir le das poder a aquello que estás resistiendo. Al aceptar y soltar tu resistencia recuperas tu poder y puedes sentirte mejor.

    ¡¡Ojo!! No confundas la aceptación con resignación: tú puedes aceptar las circunstancias simplemente por el hecho de que en este momento son esas las circunstancias, y a la vez elegir cambiar lo que dependa de tí.

  • En vez de resignarse… aprovecha: el aceptar tus posibilidades de acción inmediata y transformación a futuro es lo que diferencia la resignación de la ambición activa por una mejor situación.

    Aprovecha lo que sí está en tus manos hacer y te alejarás de la ansiedad producida por la sensación de estar fuera de control. Ponte en movimiento y decide aprovechar lo que sí esté en tus manos.

  • En vez de evadir… asume: cuando las cosas no son como queremos solemos buscar un culpable externo. El reto y la madurez está en asumir lo que es tuyo: la forma en que tú has contribuido a lo que hoy sucede y la oportunidad que tienes para cambiar las cosas.

    Si evades tu responsabilidad, niegas tu poder y tu capacidad para aprender. Cuando asumes lo que te corresponde te adueñas de tu poder sobre ello al momento.

  • En vez de sólo desear… comprometerse: la única forma de obtener resultados diferentes es haciendo cosas distintas. Desear algo mejor es necesario, pero no es suficiente y debes acompañarlo con el compromiso de hacer lo que haga falta hacer para mejorar tus circunstancias.

    Si eres de los que diariamente te sometes a una intensa dieta mediática, ¿qué tal si eliges leer menos la prensa diaria y evitar noticieros nocturnos en televisión justo antes de acostarte?. Te apuesto algo: el mundo no va a cambiar porque tú dejes de ver, escuchar y leer noticias; pero tú salud mental sí puede beneficiarse enormemente de una adecuada dieta mediática.

  • En vez de preocuparse… ocuparse: ponte en acción; muévete hacia lo que quieres y está en ti lograr. Hay situaciones que definitivamente escapan de nuestro control. Hagamos lo que hagamos, ni siquiera podemos influir sobre ellas. Entonces, ¿qué caso tiene preocuparte por aquello que escapa de tí?

    Si puedes cambiar algo entonces ponte en acción; de lo contrario, acepta que eso escapa a tu influencia y decide soltarlo para hacerte cargo de las oportunidades que sí puedes aprovechar. Si algo tiene solución, ¿de qué me preocupo?, y si algo no tiene solución, ¿de qué me preocupo?

  • En vez de olvidarse de lo que tenemos… agradecer lo que tenemos: con un nivel de estrés alto es normal que pierdas perspectiva y te desconectes de lo que tienes. En medio del caos corres el peligro de dar por sentado y olvidarte de lo que realmente llena tu vida y constituye tus éxitos y fortalezas.

    El agradecer te permite enfocarte en lugar de aquello que te hace falta. En la gratitud los miedos se desvanecen ya que te das cuenta de que has recibido y tienes más de lo que creías: experiencias, amistades, aprendizajes, momentos, oportunidades, amores, talentos, fortalezas, conocimientos.

  • En vez de desconfiar… confiar: deja de pensar que tus circunstancias negativas son permanentes y elige creer que todo se mueve en ciclos y que después del invierno viene la primavera.

    El miedo se alimenta de una proyección mental catastrófica de lo que puede suceder. Esa misma energía y talento para visualizar en negativo puedes enfocar en lo que realmente deseas: el éxito.

  • En vez de visualizar en negativo… apostar a ganar: como decía Henry Ford, “tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto”. En tí está elegir conscientemente y apostar a “ganador“.

No es simple pensamiento positivo. No es pretender ingenuamente que todo va a salir bien por el simple hecho de pensar que así va a ser.
Ya aceptaste la realidad. También identificaste lo que puedes aprovechar de las circunstancias. Además has asumido tu responsabilidad en el proceso. Estás comprometido a la acción y estás ocupándote de lo que es posible. Conectado con la gratitud por lo que ya tienes, decides confiar en tí, en el otro y en el proceso.

Ya lo que queda es apostar a ganar… y llevar tus decisiones a la acción.

Una crítica constructiva

Una crítica constructiva para que sea efectiva debe realizarse mediante la identificación de puntos fuertes, áreas de mejora y la realización de recomendaciones.

 

Se tiende a pensar que al realizar o recibir una crítica constructiva se “castiga o penaliza” a la persona. Sin embargo, la crítica constructiva es una experiencia de aprendizaje, debido a que la persona que la recibe puede identificar áreas de mejora para alcanzar el éxito. Si ponemos interés en conocer la personalidad de con quien vamos a hablar, podemos dar una crítica y obtener resultados positivos.

 

  • Trata a los demás como te gustaría ser tratado. Ponte en el lugar de la otra persona y piensa en cómo te sentirías si recibieras la crítica con las mismas palabras que has elegido.
  • Usa tacto al dar la crítica. Decirle a alguien la verdad no significa que tengas que ser hiriente. La forma en cómo dices algo tiene mucho que ver con cómo la otra persona va a reaccionar y es posible que nos preste más atención a cómo lo decimos que a qué le decimos.
  • Ten objetivos claros. Pregúntate a ti mismo cuál es el mejor resultado posible de esa crítica. Si crees que puedes lograr mejoras con tus críticas, plantéate cuáles son y cómo debes realizarlas para conseguir esos resultados.
  • Ve al grano y no des rodeos. Probablemente el interlocutor esté ansioso por lo que le queremos comentar, así que es básico utilizar un lenguaje conciso e ir al grano. Cuantos más rodeos demos, más fácil es que el interlocutor pierda los puntos clave de la crítica y eso quita potencia a la conversación. Una vez expuestos tus argumentos, escucha también la respuesta, que quizás te haga reconsiderar tu planteamiento. Deja que la persona sepa que quieres ayudarla.
  • Es más fácil aceptar las críticas de alguien que se preocupa. Una crítica egoísta cae en el olvido, así que asegúrate de exponer por qué a la persona que quieres hacerle la crítica le afecta esa mejora que propones. Eso hará que esté más abierto a las sugestiones, con independencia de cómo te sientas tú acerca del tema que os ocupa. Del mismo modo, cuando seas tú el que recibes una crítica, piensa que puedes mejorar el tema que se está debatiendo.
  • Elige el momento adecuado. Por lo general, no ayuda hacerla en público porque suele tomarse como “humillación”. Mejor hacerlo en privado o si en ocasiones se requiere una tercera persona, intentar que sea lo más imparcial posible. Presta atención al lenguaje hablado y también al corporal, y no hay que olvidar que la mejor manera de neutralizar la posible tensión generada es el humor.
  • Fomenta la autocrítica. Antes de plantear las debilidades de los demás, piensa cuáles son las tuyas. De hecho, compartir algunas debilidades de la crítica en cuestión puede ayudarte en el planteamiento y a crear empatía. Mantente alejado de los ataques directos a la otra persona y para poner ejemplos, limítate a las experiencias de los presentes en la sala, no a las de terceros.
  • Termina la reunión haciendo ver a ese empleado lo importante que es para tí el contar con su presencia. Potenciarás su motivación y sus ganas por poner en práctica todos esos consejos que le acabas de dar. Se sentirá reforzado e implicado con su jefe, y por lo tanto con la empresa.

 

Aunque las críticas nunca son agradables, pueden servir para mejorar como persona y como empleado, y son sin duda un elemento más de crecimiento en la empresa y de la empresa. Ten en cuenta que a veces los empleados no mejoran su rendimiento porque nadie se lo dice de forma directa y constructiva.

Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor…

Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor…
Cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor.
Eres libre para elegir, para tomar decisiones, aunque sólo tú las entiendas.
Toma tus decisiones con coraje, desprendimiento y, a veces, con una cierta dosis de locura.

Nueva página Web Clydesa

 

¡¡¡Estupefactos nos ha dejado nuestra Empresa Amiga Fisternet Comunicación con su impecable trabajo!!!

 

Han dado en la diana en este proyecto con tantos giros, con tantas lecturas distintas. Y lo más difícil: han sabido a la perfección plasmar la esencia de Clydesa de una forma profesional, clara y cercana.

 

No tenemos palabras suficientes de agradecimiento para su trabajo, su visión, y sobretodo su paciencia con nosotros. Su espíritu colaborativo y orientado a sus clientes hace que cada día nos sintamos más orgullosos de contar con Profesionales como ellos, implicados en todo momento en dar a sus clientes lo mejor de lo mejor.

 

La recompensa a un sinfín de horas de trabajo es contar con clientes fieles que sepan valorar el esfuerzo y el sacrificio, y Fisternet Comunicación es experto en ello desde hace más de 25 años.

 

Nos complace compartir desde aquí nuestra plataforma www.clydesa.es para haceros a todos partícipes de un trabajo excelente que nos traerá sin duda muchísimas alegrías y éxitos.

 

¡Esperamos que os guste!