Pasos esenciales para conseguir un Objetivo en la Empresa (3/3)

6. Controlar diaria, semanal y mensualmente el camino hacia los objetivos propuestos.

 

Sin control no hay medición de los objetivos. Además, el control sirve para fijar un conjunto de procedimientos para el caso de que un producto, el mercado o una actividad de marketing cambien o sean mal interpretados (los “Planes de Reserva” de los que hablábamos en la anterior entrada). Aún cuando el sistema de marketing que presentamos tiene una base objetiva, está sujeto a la recolección e interpretación de los datos. En consecuencia, es necesario trazar el plan de modo tal que permita ver si sucede algo diferente de lo que se había pensado en un principio.

 

Los procedimientos de control permiten mantener el rumbo o corregir para llegar a sus objetivos

 

7. Trabajar cada día orientados a los objetivos
Trazar objetivos significa alinear acciones y energías enfocándolas en un mismo punto: el camino que conduce a la meta deseada.

En este sentido vale la pena recordar el antiguo proverbio árabe: “toda la humanidad está dividida en tres clases: aquellos que no se pueden mover, aquellos que se pueden mover, y aquellos que se mueven”. Las personas que no se pueden mover no tienen objetivos, las que se pueden mover son las que piensan algún día tener objetivos, y las que se mueven son las que ya los tienen.

Cuando asumimos un compromiso serio y vital con una meta asumida como propia, cada día podemos orientarnos en nuestras acciones haciéndonos esta pregunta: esta acción, ¿nos acerca a los objetivos propuestos?

 

8. Automotivarse y motivar
“Nada hay más importante, en la gestión empresarial, como el saber motivar a la gente”, dijo el célebre empresario Lee Iaccocca.

Hay una gran diferencia, en una empresa, entre la motivación por las necesidades (de rentabilidad) y la motivación por las posibilidades (de crecimiento). La primera es una función o resultado de la actividad comercial, la segunda (sumada a la primera) es la excelencia.

 

Una motivación vale por diez amenazas, dos presiones y seis memos

 

La persona motivada por las necesidades se fija en lo conocido y seguro. La que se motiva por las posibilidades, busca lo desconocido y quiere averiguar lo que podría ocurrir, las oportunidades que podrían surgir…

La motivación por posibilidades no desconoce el hecho de que también hay que atender necesidades. Existen trabajos en los que hay que atenerse a las necesidades. Hay funciones en las que es prioritaria la necesidad sobre las posibilidades.

Estar pensando en las posibilidades no implica inconstancia, ni falta de seriedad.

Una fuente extraordinaria de motivación es el elogio. El elogio impulsa a la gente a actuar, le infunde confianza y fomenta su crecimiento.

Se han repetido experimentos con personas que hicieron dos veces y media más trabajo cuando se mostraba interés en lo que hacían y se los alentaba y validaba, que cuando se les daban órdenes y lo único que se hacía después era esperar que las cumplieran.

 

Nunca desperdicie la oportunidad de felicitar a alguien cuando hace algo bien

 

El famoso motivador Zig Ziglar ilustra así ese círculo virtuoso: “la motivación alimenta la actitud que produce la necesaria confianza para mantener la persistencia”.

 

9. Revisar el plan a menudo

No hay nada más inteligente (en la vida empresaria y en el terreno individual) que mantener la flexibilidad en la persecución de un objetivo. Es una ley universal el hecho de que la acción y la experiencia guían, y van señalando errores.

Hace 2.500 años, el filósofo Lao Tsé enseñó: “Sé flexible y te mantendrás recto”. Los objetivos se postulan para ser revisados, es un material dúctil con el que se acompaña la realidad. Debemos imaginar que es blanda arcilla lista para adoptar la forma más conveniente, y no una estatua rígida que señala un camino que quizá sólo conduce al desastre.

Las naves espaciales que partieron a la Luna no apuntaban al satélite, sino al lugar donde éste iba a estar cuando transcurriera el tiempo necesario para llegar allí. Además, como señalamos antes, en el computador central de esas naves se colocaba una Delta, un sistema que medía continuamente la diferencia entre la trayectoria que la nave debía llevar y la que realmente llevaba. Esto indica que aun en los más sofisticados procesos son necesarios el control y la corrección.

Si los controles señalan cambios, hay que hacerlos sin dudar, valientemente, adecuándose a la realidad, y comprendiendo que los objetivos se logran más con inteligencia que con obstinación.

 

10. Celebrar cada éxito

El principio de la autorrealización señala que es necesario generar objetivos que cada vez impliquen una dificultad superior. Pero tan importante como esto es que esas dificultades puedan ser superadas, con un esfuerzo razonable, y haya una recompensa psicológica y material tangible.

 

A todos nos gusta tocar los resultados, por pequeños que éstos sean

 

El primer paso para sentir la satisfacción de conseguir logros hacia un objetivo es festejar, celebrar el hecho de trabajar en equipo hacia una meta de crecimiento colectivo. Hay que celebrar cada éxito. Esto da fuerzas para alcanzar la siguiente etapa.

Recuerda la premisa si estás pensando en fijar un objetivo en tu empresa: UN OBJETIVO TIENE QUE SER ALCANZABLE. Si no es alcanzable, los componentes de la empresa lo verán irreal y no lucharán por alcanzarlo