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El trabajo en equipo está sobrevalorado

 

Ni reuniones ni pensamiento en grupo. Es en soledad cuando podemos desarrollar nuestros talentos creativos.

 
El brainstorming, esa técnica tan utilizada en la creatividad publicitaria que consiste en reunirse para disparar las ocurrencias que se nos vienen a la cabeza y encontrar la mejor solución, tiene sus reglas y en cierta manera funciona. Pero los grupos de brainstorming piensan menos ideas que el mismo número de personas que trabajan solas y más tarde ponen en común sus impresiones.

 
Antes de empezar la tormenta debemos pensar solos, analizar introspectivamente, descartar y evaluar por nosotros mismos. Es necesario crear un clima propicio para luego, cuando nos juntemos con los demás, empezar la lluvia de ideas y así, tal vez, al contrastarlas y contraponerlas a otras, crezcan y se desarrollen.

 

“Cuando quiero que un asunto no se resuelva, lo encomiendo a un comité.” Napoleón Bonaparte

 

Las falsas doctrinas de la creación en grupo se extienden más allá de las agencias de publicidad. Si tienes en la empresa personas con talento y motivadas, debes alentarlas a trabajar solas cuando la creatividad o la eficiencia es la más alta prioridad. Ésto podemos verlo en las escuelas: hoy se educa en la tendencia del trabajo en equipo y la creatividad compartida. La típica clase tiene un montón de escritorios, con cuatro, cinco, seis o siete niños mirándose entre sí, participando en incontables tareas de grupo. Incluso en materias como matemáticas y escritura creativa, que podrían considerarse espacios de pensamiento solitario, ahora se espera que los niños actúen como miembros de un comité.

 

Sin duda el antónimo de “creatividad” es “comité”. Existe una sentencia que corre por los departamentos de diseño que asegura que “un dromedario es un galgo creado por un comité”.

 

“El talento se cultiva en la soledad”. Wolfgang von Goethe

 
Lo colectivo tiene sus virtudes, por supuesto, pero no por ello debemos obviar que para desarrollar nuestra creatividad y enriquecer nuestro mundo interior necesitamos encontrar momentos de soledad. Estar conectados con los demás es algo maravilloso y las nuevas tecnologías nos abren grandes posibilidades, pero previamente hemos de ser capaces de conectar con nosotros mismos. Buscar momentos de soledad, pero sin querer estar aislados. Disfrutar de nuestra propia compañía para ser mejores para los demás.

 
Si queremos pensar de forma creativa, debemos saber hacerlo solos. Es así como podremos desarrollar nuestro potencial, mejorar y crecer.